Se emplean en lugares con riesgo de heladas y donde existe el temor de que el golpe de un vehículo parta la columna y el agua salga sin control con el riesgo que ello conlleva para las estaciones de bombeo. Este tipo de hidrante dispone de una parte del mecanismo en la superficie, y el resto enterrado bajo el suelo.
Quedan totalmente enterrados. Se emplean en las zonas en las que no existe espacio disponible para instalarlo, en superficie por tránsito rodado y que además exista riesgo de heladas.